El 30 de julio, el tifón Co-May tocó tierra en la isla de Zhoushan (Zhejiang)
y posteriormente en el distrito Fengxian de Shanghái, afectando seriamente el transporte y las cadenas de suministro del este de China. Las autoridades evacuaron a más de 280,000 personas, declararon alerta naranja y suspendieron operaciones portuarias, aéreas y ferroviarias en zonas clave como Shanghái, Ningbo y Zhoushan.
El puerto de Yangshan, uno de los más importantes del mundo, detuvo temporalmente sus actividades. Asimismo, se cancelaron más de 640 vuelos en Shanghái (Pudong y Hongqiao), los servicios de ferry fueron suspendidos y se impusieron restricciones en autopistas por fuertes lluvias y vientos. Se espera que los retrasos afecten embarques internacionales, sobre todo hacia América Latina y EE. UU.
Las lluvias récord de más de 370 mm en algunas zonas (como Cixi) elevan el riesgo de congestión logística durante varios días, incluso tras el paso del tifón. Las empresas exportadoras e importadoras deben tomar medidas de contingencia y revisar sus itinerarios logísticos para mitigar impactos.
Noticia original: timesofindia.indiatimes.com